El ritual del fuego se vuelve a cumplir un año más.
Las llamas no solo acaban con los monumentos, si no con las ilusiones y trabajo de todo un año de esfuerzo. No son un punto final, sino un punto y aparte. Un punto y aparte por que al consumirse la última llama de la última madera, se inicia un nuevo ciclo de fogueres. Un nuevo proyecto de hoguera.
Comienzan unas nuevas hogueras.
Cuanta la tradición que durante siglos, si algo nos ha unido a muchas culturas, es la utilización del fuego como elemento purificador. La noche de San Juan en milles de lugares en el mundo se utiliza el fuego para el mismo ritual. Quemar lo malo para dar paso a una alma purificada.
Es por eso que poner punto y final algo como las hogueras, no es lo acertado. Pero si correcto dejar atrás todo lo malo que nos haya ocurrido. Hacer que el fuego lo elimine para siempre. Para dar paso a algo nuevo, que desde el día 25 de Junio empieza a tomar forma.
La cremà de keppler y de Relatos y mitos alicantinos, ha sido dos monumentos inscribibles. Repletos de detalles y trabajo de un equipo humano de los talleres de Palacio i Serra y de Gonzalo Rojas y Pau Soler. Independientemente del resultado, del premio. Los 175 comisionados que forman Hoguera Sagrada Familia estamos orgullosos y felices por tener esos monumentos.
Lo dicho, empiezan las hogueras 2017.
